Gabriela Garbossa, Gabriela Thomaz, Gabriel Bet Flores, Patrícia Rossi, Dailis Delazeri, Willi Horner, Mikael Neumann, Heloisa Godoi Bertagnon (Correo electrónico: [email protected])

En la actualidad, se ha invertido en la terminación de bovinos en sistema de confinamiento, puesto que esta ofrece la reducción de la edad de sacrificio, un mayor rendimiento de carcasa, carne de mejor calidad, la posibilidad de explotación intensiva en pequeñas propiedades y un retorno más rápido del capital de trabajo invertido en el engorde. Sin embargo, esta intensificación de la producción fomenta alteraciones de manejo como el transporte de los animales, los cambios dietéticos, la aglomeración de animales en espacios más reducidos, lo que comúnmente resulta en los déficits en el rendimiento y la inmunidad, que favorecen la aparición de enfermedades (FULTON et al., 2009).

Entre estas enfermedades, las respiratorias son las que más afectan animales en confinamiento, representando hasta 56% de las afecciones, tanto en Brasil, como a nivel internacional, causando pérdidas económicas anuales resultantes tanto de la reducción de la eficiencia del alimento, como del aumento de los costos de producción por pérdida de sanidad del ganado, una menor calidad de carcasas e incluso la muerte de los animales (EDWARDS, 2010).

A fin de minimizar las enfermedades respiratorias, aditivos alimentarios han sido estudiados, destacándose el uso de levaduras con esa finalidad, puesto que las recientes restricciones gubernamentales de la Unión Europea y los Estados Unidos están limitando la utilización de antibióticos mejoradores de rendimiento en la alimentación animal, como la monensina (SHURSON, 2018).

El uso de levadura como aditivos alimentarios puede ayudar la microbiota ruminal, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la contaminación por patógenos, también contribuye a la salud general del animal y a la respuesta al problema. Cuando utilizadas en fragmentos, ofrecen al ambiente ruminal aminoácidos, péptidos, Beta-glucanos y mananoligosacáridos (MOS) (BORTOLUZZI et al., 2018).  Mientras algunos de estos nutrientes son utilizados para la multiplicación de microrganismos ruminales, aumentando la fermentación de la dieta, otros serán absorbidos y activarán la respuesta inmune, aumentando la eficacia de los leucocitos (glóbulos blancos) para combatir los agentes infecciosos (WILLIANS et al., 1996).

La levadura ha sido ampliamente utilizada en la nutrición de los rumiantes como aditivo alimentario funcional y existe una extensa literatura que comprueba sus beneficios. RumenYeast® (Empresa ICC Brazil) consiste en la levadura Saccharomyces cerevisiae pura sometida a una autólisis y contiene los sólidos solubles por fermentación del medio y del contenido celular interno. El producto final contiene vitaminas, péptidos, aminoácidos libres y carbohidratos funcionales, como MOS y β-glucanos. Para comprender los beneficios de RumenYeast® en la salud y performance de los becerros de engorde, se condujo un ensayo.

De este modo, fue realizado un estudio en el Confinamiento del Núcleo de Producción Animal (NUPRAN), en la Universidad Estatal del Centro-Oeste, Cedeteg, Guarapuava, PR (Estado de Paraná), donde se han utilizado 36 terneros enteros ½ sangre Angus, con un peso promedio inicial de 350 kg y edad promedia inicial de 11 meses, distribuidos en tres tratamientos: Control – dieta sin levaduras; Lev 4 – dieta con levaduras (4g animal-día del producto RumenYeast® – ICC Brazil) y Lev 7 – dieta con levaduras (7g de RumenYeast®). Los animales fueron evaluados durante los 105 días de confinamiento.

Se ha observado que, al largo del confinamiento, más en concreto, desde el 42º día de confinamiento, más animales sin suplementación de RumenYeast presentaran secreción nasal y una mayor temperatura orbital cuando en comparación a los grupos suplementados (Gráfico 1).

Gráfico 1- Terneros confinados sin secreción nasal mucopurulenta y temperatura orbital bovina bajo distintas dosis de RumenYeast en la dieta.

Mientras la temperatura orbital elevada señala una inflamación de la región o fiebre, la secreción nasal blanquecina señala una infección por bacteria en las vías aéreas anteriores, es decir, fosa nasal, faringe y tráquea, o en las vías aéreas posteriores, es decir, en los pulmones (Figura 1). Considerando que las principales causas de fiebre en bovinos confinados son las parasitarias (anquilostomiasis) o la enfermedad respiratoria de los bovinos, y que sólo la enfermedad respiratoria de los bovinos causa la secreción nasal blanquecina, se cree que los animales sin suplementación de levadura tuvieron más enfermedades respiratorias que los animales suplementados (SCHAEFER et al., 2007, EDWARDS, 2010).

Figura 1- Indicadores de enfermedad respiratoria: secreción nasal blanquecina en la fosa nasal.

Para verificar si este aumento de enfermedad respiratoria era derivado de la disminución de los mecanismos de defensa de los animales, fueron realizados exámenes de sangre que han demostrado que los animales que recibieron levadura en la dieta, tenían las células sanguíneas (neutrófilos) con mayor capacidad de eliminar los agentes causantes de la enfermedad. Además, en el día del sacrificio, los pulmones de los animales fueron examinados (Figura 2), verificándose que los animales que recibieron la RumenYeast en la dieta, tuvieron menos neumonía que los animales que no la recibieron (Gráfico 2).

Gráfico 2 – Capacidad de eliminar agentes y frecuencia de neumonía en terneros confinados bajo distintas dosis de RumenYeast en la dieta.

La flecha señala lobo craneal ventral sin alteración                  La flecha señala neumonía localizada. Área rojiza                                                                                                                               (congestión) y con aplanamiento (atelectasia).

Figura 2 – Indicadores de enfermedad respiratoria: pulmones en el sacrificio (la flecha señala el área que generalmente ocurre las neumonías). En la figura a izquierda, el área (lobo craneal ventral) no tiene alteración, a la derecha, el área rojiza (congestión) y con aplanamiento (atelectasia), señalando neumonía localizada.

Estos resultados permiten concluir que la suplementación con RumenYeast en la dieta ha mejorado la salud del pulmón de los animales evaluados, tanto en la dosis de 4 gramas como en la de 7 gramas, con mayor eficiencia en la dosis de 4 gramas. Esa mejora en la salud de los animales puede resultar en una mayor productividad, menores gastos con antibióticos para el tratamiento de los animales enfermos, menor resistencia bacteriana por tratamientos incompletos y también una menor transmisión de enfermedades entre los animales confinados.

La combinación de una nutrición adecuada del rumen que fortalece el sistema inmunológico del animal da como resultado una respuesta mejor y más eficiente a los desafíos encontrados en el campo que afectan a los novillos, especialmente en la fase de adaptación. RumenYeast ofrece estos beneficios al garantizar la calidad, la suplementación natural, un factor importante para conquistar un mercado de consumo cada vez más exigente.

Referencias

BORTOLUZZI, Cristiano et al. Autolyzed yeast (Saccharomyces cerevisiae) supplementation improves performance while modulating the intestinal immune-system and microbiology of broiler chickens. Frontiers in Sustainable Food Systems, v.2, p. 85, 2018.

EDWARDS, T. A. Control methods for bovine respiratory disease for feedlot cattle. Veterinary clinics: Food animal practice. 26.2: 273-284, 2010.

FULTON, Robert W. et al. Lung pathology and infectious agents in fatal feedlot pneumonias and relationship with mortality, disease onset, and treatments. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation, v.21, n. 4, p. 464-477, 2009.

SCHAEFER, A. L., et al. The use of infrared thermography as an early indicator of bovine respiratory disease complex in calves. Research in Veterinary Science, 83.3: 376-384, 2007.

SHURSON, G. C. Yeast and yeast derivatives in feed additives and ingredients: Sources, characteristics, animal responses, and quantification methods. Animal feed science and technology, v.235, p. 60-76, 2018.

WILLIAMS, D. L.; MUELLER, A; BROWDER, W. Glucan-based macrophage stimulators. Clinical Immunotherapeutics, 5.5: 392-399, 1996.