Serie Manejo Seguro: nutrición y cuidados preventivos evitan enfermedades en la avicultura
Melina Bonato, integrante del departamento de Investigación y Desarrollo de ICC Brazil, explica los cuidados que dejan a los animales preparados para los desafíos de las granjas.
Para aprovechar al máximo el potencial de las aves, es importante seguir las normas de bioseguridad en las granjas. Esto no solo dará lugar a un mejor rendimiento productivo, sino también a la prevención de los desafíos a los que nos enfrentamos actualmente. Implantar el manejo correcto y considerar las necesidades nutricionales de los animales, además de los cuidados sanitarios, son medidas que permiten prevenir gran parte de las enfermedades más comunes de la avicultura, como explica la especialista de ICC Brazil, Dra. Melina Bonato, Gerente de I&D. ¡Lea a continuación!
No cabe duda de que la nutrición es un factor determinante en la producción animal y está directamente relacionado con el rendimiento animal y el costo de la producción. Además del uso de ingredientes de calidad que respondan a las exigencias nutricionales en cada fase, también es posible utilizar aditivos alimentarios que puedan influir en la eficiencia del uso de los nutrientes y la salud animal para garantizar la seguridad alimentaria del producto final.
La prevención de enfermedades/contaminaciones es un gran desafío en la avicultura en la actualidad, especialmente considerando el escenario en el que el uso de antibióticos como promotores del crecimiento está prohibido o restringido. Por lo tanto, seguir el programa de vacunación, controlar la entrada y salida de vehículos y personas, respetar el vacío sanitario y limpiar y desinfectar equipos e instalaciones para cada lote, ya es un gran paso en la prevención de la contaminación. El uso de aditivos es otra herramienta que puede ayudar a mantener la salud y la integridad intestinal de los animales, respaldando la prevención y el control de la enfermedad y la seguridad alimentaria.
Tratamiento de residuos de la avicultura
Para evitar enfermedades, también es necesario prestar atención a las granjas con los residuos producidos por la avicultura, que pueden ser la cama de pollo, excrementos de ponedoras o las carcasas de animales muertos. Todos ellos son factores que causan no sólo un impacto en la salud y el bienestar de los animales, sino también en el medio ambiente cuando no son manejados correctamente y pueden, además, atraer moscas, roedores, cascabeles y provocar enfermedades por medio de la propagación de patógenos.
El tratamiento de residuos puede hacerse de dos maneras: compostaje y biodigestión. En el caso de las carcasas, también se puede usar la incineración, pero en este caso no habrá aprovechamiento de los residuos finales. Es importante señalar que el productor necesita obtener información sobre Buenas Prácticas de Producción, respetando las condiciones básicas para evitar la aplicación incorrecta o la contaminación del suelo, poniendo en peligro la salud de las personas y de los animales.
Al tratar correctamente los residuos, el compuesto final o biofertilizante procedente de la cama y las heces puede ser usado en cultivos vegetales, que a su vez pueden convertirse en ingredientes de calidad para la nutrición animal. El producto final del compostaje de las carcasas sólo debe ser usado para la fertilización de los cultivos forestales y la jardinería debido a cuestiones sanitarias. Resaltamos que, en casos de contaminación grave y/o que puedan suponer un riesgo para la salud humana, es preferible la incineración.
Material ilustrado pautado em dados de experimentos científicos (in vivo), produzido por doutores na área de nutrição animal.
ImmunoWall®: aditivo ICC Brazil que colabora con la prevención de enfermedades en las aves
Una de las herramientas que puede utilizarse en este programa es ImmunoWall®, de ICC Brazil. Esta solución tiene base en la pared celular de levadura Saccharomyces cerevisiae con 35% de β-glucanos (1,3 y 1,6) y 20% de manano oligosacáridos (MOS). ImmunoWall® actúa sobre la respuesta del sistema inmune innato, favoreciendo una respuesta más rápida de éste en presencia de un patógeno o antígeno, además de tener una elevada capacidad de aglutinación de bacterias patógenas con fímbrias, como Salmonella y Escherichia coli, y adsorber una amplia gama de micotoxinas. Este conjunto de acciones colabora en la prevención de enfermedades y tiene resultados positivos en el rendimiento, mejorando la respuesta a las infecciones y reduciendo el uso de medicamentos, reduciendo el costo de producción.
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Publicado en 19 mayo de 2020