El estrés y su influencia en los primeros días de vida de los lechones

Blog, Cerdos

Liliana Borges y Melina Bonato, I&D ICC Brazil

El estrés es la respuesta del organismo animal a un estímulo. No siempre este estímulo es negativo, pero cuando lo asociamos con situaciones negativas, la reducción de rendimiento y productividad es inevitable, ya que la salud animal es afectada, sobre todo en los primeros días de vida.

Al nacer, los lechones están neurológicamente desarrollados, pero fisiológicamente inmaduros. En términos de reservas nutricionales, nacen con solamente 1-2% de grasa, en su mayoría estructural, contando en las primeras horas de vida sólo con la glucosa catabolizada de glucógeno hepático como su principal fuente de energía.

Hay muchos factores de estrés para los lechones en los primeros días posteriores al nacimiento, comenzando por el parto. El nivel de glucógeno hepático al nacimiento es suficiente sólo para cubrir la demanda de energía de 15-20 horas después del nacimiento. A falta de calentamiento artificial, los lechones, sobre todo los que no son amamantados, adquieren hipoglucemia y buscan calor con su madre, lo que a menudo resulta en su aplastamiento. Por este motivo, cuando sea posible, el parto debe ser supervisado y deben tomarse algunos cuidados postparto para garantizar la supervivencia y la salud de las crías, como garantizar una temperatura adecuada, una desinfección adecuada del ombligo, medicinas preventivas, entre otros.

El destete es otro período complejo para los lechones, y son factores estresantes, principalmente, el nuevo ambiente con una nueva interacción social y un cambio de dieta, en el que las consecuencias de este estrés pueden ocasionar grandes pérdidas en la producción. El destete comercial sucede entre los 17 y los 28 días de vida, cuando el sistema inmune del lechón está todavía inmaduro y sus anticuerpos circulantes alcanzan los niveles más bajos (alrededor de 28 días). Este período es denominado «gap de inmunidad» o «gap post-destete», cuando el lechón está más propenso a problemas intestinales porque su sistema inmune adquirido no tuvo tiempo de desarrollarse completamente. Después de ello, el nivel de anticuerpos aumenta de forma gradual a medida que el animal desarrolla su propia inmunidad natural.

Al nacer, los lechones reciben de forma pasiva los anticuerpos de la madre mediante la ingestión del calostro, y la absorción de anticuerpos depende de la capacidad de absorción del epitelio intestinal, que empieza a disminuir 24 a 36 horas después del nacimiento. Es decir, el ambiente, la nutrición, la salud y el estado general de las cerdas tendrán un impacto directo en los lechones recién nacidos y post-destete, ya que sufren una influencia directa del desarrollo de los lechones durante la gestación, el contacto físico después del nacimiento (transmisión de la microbiota) y el calostro y la leche durante la lactancia. Es importante recordar que cuanto mayor sea el período entre el nacimiento y la primera toma de leche, mayor será la probabilidad de infección.

El calostro tiene una alta concentración de sólidos totales y proteínas, pero bajos niveles de grasa y lactosa. También contiene altos niveles de inmunoglobulina (IgG, IgA e IgM), cuya concentración disminuye con el tiempo de lactancia. Existen algunas otras células del sistema inmune en el calostro y la leche, incluyendo neutrófilos, linfocitos, macrófagos y células epiteliales de las glándulas mamarias y leucocitos, que estimulan el desarrollo de la inmunidad celular de los neonatos. De este modo, es fácil entender que la condición de la salud de las matrices tendrá un impacto directo en la transmisión de la inmunidad pasiva a los lechones.

El sistema digestivo del lechón presenta ciertas limitaciones, como secreción de enzimas insuficiente, ácido clorhídrico, bicarbonato y mucosidades, factores que interfieren en la digestión y absorción de nutrientes adecuadas. El estrés del cambio de la leche (altamente digerible) a una alimentación sólida (alimento más complejo y menos digerible) puede reducir la ingestión de alimento y agua. Aproximadamente 50% de los lechones destetados consumen el alimento hasta 24 horas después del destete, y 10% empiezan a alimentarse 48 horas después del destete.

Cuando hay una baja digestibilidad de la dieta, generalmente asociada a la calidad de los ingredientes, ocurre la proliferación de bacterias patógenas que utilizan estos ingredientes como sustratos para multiplicarse, dando lugar a problemas entéricos como la diarrea, que provoca una gran caída de rendimiento y altos índices de mortalidad en los primeros días. En consecuencia, durante el período de 7 a 14 días después del destete, la microbiota intestinal experimenta cambios importantes en su composición, lo que genera una resistencia o exclusión competitiva.

En el mercado, hay disponibles aditivos naturales capaces de proporcionar compuestos que estimulan el organismo a responder con más eficacia frente a los estímulos de estrés impuestos por el campo. La suplementación con nucleótidos por medio de la dieta fue estudiada en varias especies, y aunque no son considerados nutrientes esenciales, estos aditivos desempeñan un papel importante en diversos procesos metabólicos, en especial en algunos tejidos del organismo o fases de la vida animal en que existe una demanda de energía muy grande debido a la multiplicación celular.

Los nucleótidos y nucleósidos libres pueden ser absorbidos inmediatamente por los enterocitos en el intestino, siendo especialmente importantes para los tejidos de multiplicación celular rápida y limitada capacidad de síntesis por la vía de novo (principal vía de producción de nucleótidos), como las células del epitelio intestinal, las células sanguíneas, hepatocitos y las células del sistema inmune (Figura 1). Entonces son usados por la vía de rescate, donde el cuerpo puede sintetizar nucleótidos con menor gasto de energía, ya que reciclará las bases y nucleótidos de la degradación metabólica de los ácidos nucleicos de células muertas o de la dieta. Sin embargo, cuando el suministro endógeno es insuficiente, los nucleótidos de fuentes exógenas se convierten en nutrientes semi-esenciales o «condicionalmente esenciales». Esto se aplica especialmente a los animales en fases de crecimiento rápido (fases iniciales), reproducción, estrés y desafíos.

Figura 1. Digestión y absorción de nucleótidos en el tracto gastrointestinal (HUNG, 2015).

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Un estudio realizado por Vitagliano et al. (2014) evaluó el efecto de las dietas suplementadas con Hilyses® para cerdas en 4 niveles de inclusión (0, 4, 8 y 12 kg/ton). La suplementación sucedió desde tres días antes de la lactancia hasta que los lechones cumplieron 21 días de vida (en el destete). El número y el peso corporal de los lechones al nacer fueron igualados por matriz y por tratamiento (Número de lechones por cerda: 10,48. Peso inicial del lechón: 1,70 kg. Peso de la camada/cerda: 17,79 kg).

Las matrices alimentadas con dietas suplementadas con Hilyses® tuvieron una concentración total mayor de ARN en la leche después de 11 días en comparación con el tratamiento de control (Cuadro 1).

Cuadro 1. Concentración total de ARN (mg/mL) en el calostro y en la leche de las matrices alimentadas con dietas suplementadas con Hilyses®.

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Además de proporcionar una mayor concentración de nucleótidos, Hilyses® proporcionó una mejora en la producción de leche (promedio 4,6% mayor), lo que aumentó el número de lechones destetados (promedio 6,8% mayor), el peso corporal de la camada en destete (promedio 2,8% mayor), la ganancia de peso de la camada en destete (promedio 4,5% mayor) y la mortalidad reducida (promedio 43,28% menor) en relación con el grupo de control (Cuadro 2).

Cuadro 2. Rendimiento y mortalidad de los lechones.

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Garantizar un programa adecuado de manejo, nutrición y salud durante la gestación, parto, postparto y destete es un método esencial para el buen rendimiento de los lechones, ya que suavizar los factores estresantes determinará el equilibrio entre la inmunidad y el rendimiento. Por lo tanto, suplementar las dietas de las cerdas gestantes y lactantes con aditivos naturales que proporcionen un soporte adecuado para que los lechones respondan mejor a los retos y estímulos estresantes impuestos por el campo es algo esencial para el sistema de cría. Hilyses®, además de ser una fuente natural de nucleótidos y nucleósidos libres, extremadamente importantes para las fases en las que hay una gran multiplicación celular, proporciona aminoácidos, péptidos y polipéptidos de cadena corta y glutamina, MOS y altos niveles de β-glucanos, lo que concede excelentes beneficios a la nutrición y la salud animal.

Referencias

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HUNG, I. F. (2015) The effect of dietary nucleotides in sow and nursery piglet diets on reproduction, growth and immune response. 2015 (PhD Thesis) Lexington: University of Kentucky. Animal and Food Sciences. 48. https://uknowledge.uky.edu/animalsci_etds/48

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MAQUEDA, J.J. Curso para capacitação em produção e sanidade suína. Campinas: Consuitec, 1999. 24p.

VITAGLIANO, L. A. et al. (2014). Nucleotide supplementation in the diet of farrowing sows and its effect on milk quality, litter weight gain, and mortality. En: 2014 Joint Annual Meeting, 2014, Kansas, EE.UU. Proceedings…, 92: 239.

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Publicado en 22 noviembre de 2019