La pulpa de remolacha desempeña un papel funcional fitoterapéutico en la suplementación de raciones para mascotas.

 

Conocer los avances que la alimentación puede aportar a la salud de los animales ha sido fuente de investigación en la ciencia nutricional durante mucho tiempo.

Un alimento funcional es aquel que, además de las funciones básicas de alimentación y nutrir, también promueve efectos metabólicos. Este tipo de producto ha llamado la atención en la cadena de producción. Este es el caso de la pulpa de remolacha, que, como suplementación para raciones de mascotas, presenta un papel fitoterapéutico y terapéutico, además de los beneficios nutricionales. Fue muy bien aceptada también en la nutrición de equinos.

 

¿Por qué usarla?

Por tratarse de la fuente más noble de fibras para el segmento de mascotas, los beneficios de la pulpa de remolacha son notorios.

 

Fuente de energía

La fracción fermentable de la pulpa de remolacha es degradada en ácidos grasos de cadena corta y usada como fuente de energía por las células intestinales.

 

Su composición exclusiva de fibras de fermentación moderada y bajo contenido de lignina impide la irritación de la mucosa intestinal, mantiene saludable el colon y masajea la pared intestinal, aumentando el movimiento peristáltico y facilitando la excreción de las heces.

 

Las fibras de la pulpa de remolacha blanca también actúan como estructura de absorción de agua y de microorganismos en las heces, mejorando la consistencia y reduciendo el olor fecal.

 

La mejor consistencia de las heces (puntuación fecal) permite una mayor facilidad de excreción, aumentando el bienestar de los animales que consumen raciones con pulpa de remolacha. El producto es especialmente recomendado para perros y gatos.

 

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