El uso de aditivos naturales para alimentar a los animales de granja es una de las alternativas más rentables para los productores.

En las últimas décadas, países de todo el mundo han buscado alternativas viables para reducir el uso de antibióticos y AGP en la producción animal. Esto ayudará a restaurar y preservar la eficacia de estos medicamentos para combatir enfermedades y, por consecuencia, traer beneficios para la salud humana.

Por esta razón, el uso de antibióticos para mejorar el rendimiento en la producción animal está restringido y/o prohibido en algunos países de acuerdo con las estrategias globales adoptadas para mejorar la salud humana y animal.

La prohibición implica cambios nutricionales en todo el mundo, así como la creación de nuevas estrategias para mantener la salud animal, la seguridad alimentaria y el rendimiento satisfactorio de acuerdo con las normas.

Con esta nueva realidad, es esencial que las empresas y los productores se adapten e inviertan en un riguroso plan de gestión, salud y nutrición destinado a reemplazar los antibióticos utilizados en la ración con aditivos alternativos.

El reemplazo de antibióticos puede exigir un enfoque multidisciplinario y soluciones personalizadas para cada creación de animales.

La inclusión de aditivos alternativos en las dietas para animales implica el desarrollo de nuevas estrategias nutricionales y de manejo que mejoren la resistencia de los animales a las enfermedades. Esto incluye la calidad de los ingredientes utilizados en la producción de las dietas, el control sanitario de la granja hasta el producto final y la gestión adecuada.

La investigación demostró que el uso de aditivos naturales para alimentar a los animales de granja puede ayudar a reducir aún más el uso de AGP en las dietas.

En el mercado, existen alternativas para controlar las bacterias patógenas, como las vacunas vivas atenuadas (que generalmente actúan sobre Salmonella Gallinarum y Salmonella Typhimurium, y también sobre Salmonella Enteritidis), productos que actúan en el alimento como antimicrobianos bactericidas (generalmente formados por ácidos orgánicos) o que actúan sobre el organismo animal, como probióticos, ácidos orgánicos, extractos de plantas, prebióticos, etc. Cada producto tiene diferentes formas de acción directa o indirecta en el control de bacterias patógenas.

La elección y el uso de aditivos naturales en la alimentación animal dependen de las condiciones de creación, el manejo, los ingredientes dietéticos y la rentabilidad para los productores.

Los aditivos a base de levadura, especialmente del género Saccharomyces, son normalmente usados como aditivos en las dietas para animales.

La definición aislada de levadura se refiere al producto que fue separado del medio de cultivo, es decir, células viables con su medio de crecimiento. La levadura Saccharomyces spp. es conocida mundialmente como una excelente fuente de proteínas, vitaminas B, minerales esenciales y fibra dietética, ya que el género Saccharomyces es el de mayor importancia debido a su alto contenido de lisina industrial.

Aunque su composición puede variar dependiendo del procesamiento al que son sometidas, las levaduras son fuentes de MOS y betaglucanos contenidos en su pared celular.

La preocupación por la calidad de los ingredientes y aditivos para raciones es una tendencia global e irreversible, ya que el consumidor final se está volviendo más consciente de la relación entre «nutrición y salud».

Por eso, la levadura puede ser usada en alimentos para animales y humanos en diversas formas y para diferentes propósitos, convirtiéndose en una alternativa atractiva a la prohibición del uso de antibióticos, especialmente con relación al factor económico, para varias industrias y productores.