¿Por qué es perjudicial el uso de antibióticos?

Blog

Científicos y organizaciones de salud alertan sobre el creciente aumento de bacterias resistentes

En los últimos años, la investigación ha demostrado que el uso indiscriminado de antibióticos en la producción animal contribuyó para la selección de las especies bacterianas más resistentes. La resistencia a los antibióticos es una consecuencia natural de la capacidad de las bacterias para adaptarse al medio ambiente, lo que llamamos de selección natural. Sin embargo, el uso de estas sustancias debe ser realizado de forma discriminada, solo en forma terapéutica, porque con el aumento de las poblaciones resistentes, cada vez es más difícil crear nuevos antibióticos capaces de tratar las infecciones bacterianas más graves.

La preocupación de los consumidores se debe principalmente a la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos en la carne, que pueden causar enfermedades difíciles de tratar, y también a la ingestión de antibióticos por medio del consumo de carne, lo que podría resultar en enfermedades resistentes. El sulfato de colistina, por ejemplo, es usado como último recurso para el tratamiento de infecciones bacterianas multirresistentes en humanos. Los estudios indicaron que el consumo de carne de animales alimentados con dietas suplementadas con esta sustancia condujo a la resistencia de los seres humanos al fármaco, haciendo que el uso de estos antibióticos ya no sea efectivo a largo plazo. Esta situación causó una ola de preocupación por parte de las organizaciones de salud en todo el mundo.

Sin embargo, es válido señalar y entender que las bacterias resistentes que contaminan los alimentos derivados de animales son un problema de salud pública, pero no todas las bacterias resistentes de interés humano provienen de animales. De hecho, muy pocas provienen de animales en comparación con la cantidad de «superbacterias» resistentes a varios fármacos que provienen de ambientes hospitalarios.

En Estados Unidos, por ejemplo, alrededor del 30% de los antibióticos utilizados en pacientes ambulatorios son innecesarios. Otra cifra preocupante en el país muestra que aproximadamente 14.000 pacientes hospitalizados mueren cada año como resultado de infecciones causadas por microorganismos resistentes a los antibióticos.

La resistencia a los antibióticos ocurre como sigue: inicialmente, un nuevo antibiótico es eficaz para controlar las infecciones, pero con el paso de los años existe una selección natural de un grupo de bacterias, es decir, un grupo puede adaptarse mejor al medio al que es sometido, en este caso la acción tóxica de antibióticos. Entonces, este grupo de bacterias se vuelve resistente a la acción del antibiótico, lo que hace que no tenga efecto y las bacterias empiecen a multiplicarse, exigiendo el desarrollo de un nuevo antibiótico capaz de controlarlas. Sin embargo, este fármaco también pasará por el mismo proceso que el anterior con el tiempo, por lo que existe una necesidad constante de crear nuevos antibióticos con el paso de los años. Este proceso crea lo que popularmente llamamos superbacterias y resulta en infecciones bacterianas multirresistentes.

Por lo tanto, el panorama muestra que cuanto más usamos antibióticos, más nos arriesgamos a la resistencia bacteriana, lo que representa un grave riesgo para la salud pública.

Los antibióticos utilizados en la producción animal en dosis más bajas buscando mejorar el rendimiento son almacenados en el organismo de estos animales y transferidos a los humanos en el momento del consumo de la carne. Estas sustancias actúan sobre el cuerpo humano, creando resistencia a las bacterias, hecho que impide la acción eficaz del fármaco durante el tratamiento de enfermedades.

Del mismo modo, las bacterias resistentes presentes en los cuerpos de los animales son trasmitidas a los humanos cuando no hay un control estricto. Este control debería ocurrir no solo durante el proceso de producción (campo hasta el abate), sino también en el procesamiento minorista y del sector alimenticio, donde los productos deben ser manejados adecuadamente para que estas bacterias sean eliminadas, evitando incluso la contaminación cruzada con otros alimentos.

El uso indiscriminado de antibióticos estimula la proliferación de bacterias mucho más fuertes y resistentes a los medicamentos. Esto presenta un grave riesgo para la salud humana y animal, ya que reduce la posibilidad de curar enfermedades y puede provocar la muerte. Es por eso por lo que miles de científicos y organizaciones de todo el mundo abogan por reducir el uso de antibióticos.

Esa prohibición implica cambios nutricionales en todo el mundo, así como la creación de nuevas estrategias para mantener la salud animal, la seguridad alimentaria y el rendimiento satisfactorio de acuerdo con las normas.

Este panorama causa presión no solo de los consumidores, sino también de la comunidad científica y los órganos reguladores nacionales e internacionales para que sea eliminado el uso de antibióticos como potenciadores del rendimiento y sea reducida la forma terapéutica en la producción animal, buscando restaurar la eficacia de estos medicamentos para combatir enfermedades y preservar la salud pública.

Compartilhe:

Publicado en 30 mayo de 2019